LA DOMINANCIA: el líder de la manada



El modelo educacional y de adiestramiento canino basado en la idea de dominancia y sumisión es muy reciente en comparación con el tiempo que lleva el perro al lado del hombre. Seguro que muchos de vosotros, jamás ha oído a sus abuelos que este perro es dominante o que intenta dominar. Sin embargo, con la ayuda de unos programas televisivos y el miedo social a ser sometidos por nuestros compañeros cánidos ha hecho que esta idea adquiera fuerza. Resulta curioso analizar, que en cuanto el hombre ha entrado en este tipo de roll con los perros, el trabajo de modificación de conductas ha crecido de un modo brutal. Quizás el tipo de vida actual humana, analizando además desde un punto de vista de Freud, puede dar la clave de este éxito, la inseguridad y frustración humana a causa del ritmo actual de la sociedad.
¿Realmente conocéis a alguien que sea un esclavo de su perro? No he visto a nadie, cuando he acudido a su domicilio, que su perro le diga a la persona cuando comer, qué comer, cuando salir y dónde dormir. Si el perro quisiese ejercer ese papel dominante que le ha puesto este modelo, creo que no comería pienso, preferiría que su “esclavo” le diese todos los días un buen filete de carne crudo, preferiría dormir en el confortable colchón y desde luego no permitiría que nadie le dijese cuando marchar para casa.

¿Has visto una persona dominada por su perro?


La idea de emplear el “alpha roll”, es decir, poner tumbado boca arriba a un perro parte de un error de observación erróneo. Un perro se tumba boca arriba frente a otro por propia voluntad, no por obligación. Confundimos la sumisión con la buena educación cuando un perro no nos mira frontalmente. ¿Acaso, cuando tú, lector, te subes a un ascensor con un desconocido y no le miras a los ojos en el trayecto eres inseguro o muestras sumisión?¿No es más una señal de buena educación y evitación de conflictos?
Llegamos al tema comida. Tú, como macho alpha, has de quitarle la comida cuando creas oportuno a tu perro y éste se ha de mostrar tranquilo aunque lo hagas todos los días. Aquí podéis hacer un ejercicio de empatía con vuestra pareja humana. Todos los días cuando vaya a comer, quitarle el plato… no creo que en unos días tu pareja no empiece a llamarte desequilibrado e incluso te agreda por ser molesto e inestable. Análisis irónico, por si quedan dudas: el perro siempre te ha visto comer su pienso, por eso piensa que se lo vas a quitar en vez de ser que le estás molestando y tiene que indicarte de algún modo ese estado de displacer.
Que podemos decir sobre el tema de salir delante de nosotros por la puerta. Según el modelo dominancia sumisión, has de salir tu delante de tu perro. ¿Para qué? ¿Demostración de que la calle es tuya? ¿De que vas a cazar? Acaso tus hijos no salen delante tuyo de casa y no por eso sientes que pierdes autoridad. ¡Cuidado! Que si tu hijo sale delante tuyo de casa puede ser que acabe cogiendo todo tu dinero, dejándote sin comida y obligándote a dormir en esa cama de 90 en vez de en tu cama de 1,35. ¿No suena ridículo? Esta es la sensación que da una persona cuando repite esto delante de la puerta con su perro.
Cuestionarse cualquier modelo de educación o adiestramiento, como tantas otras cosas, es imprescindible para ver si es realmente práctico o absurdo. Muchas personas ejercen este modelo por lo que han visto en la televisión, por lo asesorado por un amigo y no por analizar el modelo en cuestión. Si quieres sentirte amenazado, piensa que muchas personas son abandonadas en asilos por sus hijos, desplumados económicamente, agredidos por un joven cachorro adolescente con exceso de testosterona (como sale en un programa televisivo sobre adolescentes). Sin embargo, no conozco a nadie que un perro le deje abandonado, que no muestre respeto y que no intente de un modo continuo evitar conflictos a pesar de la inestabilidad emocional y educacional de sus guías.
No debemos confundir el liderazgo de un padre de familia con el hostigamiento de un esclavista, aunque los dos en apariencia sean líderes, el trasfondo de su liderazgo es opuesto. Si volvemos a respetar a los perros como hemos hecho toda la vida, como nuestros abuelos, bisabuelos y anteriores generaciones, es posible que los perros dejen de verse como esa amenaza imaginaria para personas inseguras, llenas de miedo y cuya estabilidad emocional queda en entredicho.

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"



Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León