ADIESTRE A SU PERRO MIENTRAS DUERME



¿Se imagina un método en el que su perro sea adiestrado mientras este duerme?¿O que los problemas que tenga se solucionen del mismo modo? Imagínese, en el primer volumen su  cachorro aprenderá dónde debe realizar su hábitos, a no morder los objetos de la familia, a venir a la llamada, a no tirar de la correa… En el segundo volumen, el perro aprenderá a sentarse, tumbarse, permanecer quieto… En el tercero, sabrá cerrar la puerta, mostrarse políticamente correcto con las visitas, a leer los pensamientos de su guía para anticiparse y mostrarse como ese perro que sale en la tele…. Sin esfuerzos, sin implicación, sin necesidad de entender ni porqué ni para qué.

Esto puede sonar ridículo pero en demasiadas ocasiones nos encontramos ante métodos o anuncios de supuestos profesionales que hablan de soluciones tan “milagrosas” como estas descritas. Seguro que en alguna ocasión ha oído de personas que se llevan al perro a ese entorno mágico con poderes curativos y se lo devuelven en unas semanas con todo solucionado. O qué me dicen de esas personas que en solo una sesión borran de un plumazo meses o años de problemas.

Ojalá fuese tan sencillo ayudar a los perros y a las personas con las que viven pero no se tratan de robots o de máquinas que se formatean o se les instala una expansión y a disfrutar de las nuevas capacidades. Esto no quiere decir que para enseñar a un perro o para solucionar los problemas que existan, se deba de pasar largas horas de dedicación a un perro. La realidad es que el éxito de una intervención tiene unos pilares básicos:

  • Aprovechamiento del tiempo dedicado al perro.
  • Comprensión de cuál es el origen del problema.
  • Implicación y compromiso por parte de las personas con las que convive.
  • Aprendizaje por parte del binomio (perro-guía) de los procesos cognitivos.

Por lo tanto, si se quiere llegar a un éxito real en una intervención, sea un cachorro, un programa de educación, un adiestramiento o una modificación de conducta, se debe aprender tanto como va a aprender el propio perro y de ese modo, consolidar a lo largo del tiempo ese aprendizaje.

Nos vemos en el siguiente artículo. 


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"




UN PERRO NO SE APARCA



Un perro no es un humano, eso está claro. Pero un perro tampoco es un coche que aparquemos cuando queremos ir a comprar, a tomar un café.... Existen numerosos peligros de atar un perro en la calle mientras la persona hace sus tareas. Puedes seleccionar, entre los diferentes peligros, la opción que más te convence:

  • Puede ser robado para peleas (sparring), cría o simplemente por placer.
  • Puede tener miedo a ser abandonado (perros procedentes de protectora).
  • Puede sufrir un episodio de ansiedad (perros con ansiedad por separación).
  • Puede morder a un niño o persona por miedo.
  • Puede morder a otro perro que solo quiera ir a saludarle
  • Puede ser mordido por otro perro.
  • Puede ser atropellado por un vehículo.
  • Puede ser objetivo de un gamberro aburrido.
  • Puede ser liberado por alguien y que se escape.
  • Puede sufrir un golpe de calor (esta foto se ha tomado a las 12:00 de la mañana en pleno mes de julio).


Realmente te compensa dejarlo ahí? No depende de razas, ni de tamaños. Luego habrá personas que se quejen de que su perro no acude a ellos cuando lo sueltan, pero... no deja  dicha persona tirado al perro cuando le place?

LA RESPONSABILIDAD ES DE LAS PERSONAS, NO DE LOS PERROS.

Nos vemos en el siguiente artículo. 


Jonathan Andrés Arredondo,
Educador canino en “ECHALE UNA PATA”. León

"El adiestramiento en positivo, no solo es premiar, es respetar"